En estos días una campaña de Carrefour hizo furor en las redes y no necesariamente por la calidad de su contenido. Todo lo contrario. Explotaron las redes, cientos de usuari(e)s mostraron su indignación frente a una publicidad de juguetes para el día del niño que apelaba a los más básicos estereotipos sexistas. Varón campeón, mujer cocinera. Carrefour pidió disculpas y la rueda continua… hasta la próxima vez.
En los mismos días una nota de la BBC en español daba cuenta de una investigación de la organización Oxfam que analiza las creencias de casi 5.000 jóvenes de entre 15 y 25 años encuestados en ocho países de América Latina que aporta datos alarmantes: “Un 45% de las adolescentes (entre 15 y 19 años) están de acuerdo en que cuando una mujer dice «no» a una relación sexual, en realidad quiere decir «sí». Además, seis de cada diez de ellas están de acuerdo con que una mujer decente no debe vestirse provocativamente, ni andar sola por la calle a altas horas de la noche. «Nos sorprendió mucho que los imaginarios y normas sociales no están únicamente arraigados en hombres jóvenes – dice Belén Sobrino, asesora senior de Oxfam y directora del estudio – sino también en las mujeres jóvenes. Los hombres argumentan y justifican este sistema de privilegios a partir de lo que denominamos su ‘masculinidad hegemónica’. Pero las mujeres construyen y aceptan estos imaginarios desde lo que llamamos femineidad subordinada»
En los resultados de este estudio se presenta con claridad los efectos de la construcción de estereotipos sexistas. La naturalización de la asimetría de poder, el doble estándar moral y la aceptación de la subordinación de género se construye con avisos como los de Carrefour, se legitima con los comentarios de los pares, amigos y familiares; y se legaliza con un orden jurídico que restringe los derechos y garantías.
Por esta razón la opinión pública le exige a las empresas e instituciones RESPONSABILIDAD a la hora de generar contenidos para promover sus productos o servicios. Es necesario transformar prácticas cotidianas que tienen como resultado la perpetuación de la inequidad, para esto se necesita el aporte de tod(e)s
PD: sobre la (e) discutimos otro día!