18 de Septiembre: Día Internacional de la Igualdad Salarial
En un informe reciente Naciones Unidas destaca que en todas las regiones del planeta, a las mujeres se les paga menos que a los hombres, con una brecha salarial de género estimada alrededor del 20 % a nivel mundial. La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas sigue siendo una cuestión pendiente debido a las diferencias económicas, sociales y culturales de carácter estructural.
Lograr la igualdad de remuneración es un hito importante para los derechos humanos y la igualdad de género. Para alcanzar esta meta se necesita el esfuerzo de toda la comunidad. Por esta razón los Estados Miembros y la sociedad civil, las organizaciones de mujeres y comunitarias y los grupos feministas, así como a las empresas y las organizaciones de trabajadores y empleadores, deben promover una igual remuneración por un trabajo de igual valor y el empoderamiento económico de mujeres y niñas.
En Argentina, las desigualdades entre varones y mujeres todavía persisten en el mundo del trabajo. La participación en el empleo, la segregación ocupacional, el acceso a puestos jerárquico o la brecha salarial son algunos de los factores que marcan ese desequilibrio. Las mujeres ganan un 25 % menos que los varones.
La brecha salarial es la diferencia existente en la remuneración percibida por género por igual trabajo. Por lo general, las mujeres ganan un porcentaje menor que los hombres por el mismo trabajo, cargo o función.
Esta disparidad se observa por diversos factores que muchas veces exceden al ámbito laboral pero influyen en la percepción del salario, y hace que las trabajadoras se posicionen en desventaja. La cantidad de horas dedicadas al trabajo, la distribución desigual de las tareas de cuidado y del hogar en la dinámica familiar, la calificación de las tareas consideradas más “femeninas” o más “masculinas”, el presentismo, el uso de las licencias por responsabilidades de cuidado, entre otras cuestiones, impactan en la remuneración final de cada trabajadora y son parte de los indicadores de desigualdad entre varones y mujeres en el marco laboral.
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