Nuestro país ha sido reconocido por la UNESCO por el alto número de mujeres activas en la ciencia, varías científicas argentinas han recibido reconocimiento internacional por tu trabajo. Ellas necesitan más visibilidad para estimular a niñas y jovencitas a optar por la carrera científica. El 11 de febrero ha sido designado por la ONU como el “Día Internacional de la mujer y la niña en la ciencia”
La semana pasada hablábamos de la necesidad de estimular a las niñas para que puedan romper los estereotipos de género y se atrevan a soñar con ser científicas, técnicas, ingenieras. En esta entrada seguimos en el tema ya que el 11 de febrero es el día internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia creado por la ONU con la intención de estimular la presencia de mujeres en el ámbito científico. “Más Marie Curie y menos Newton” se leía en un titular del diario “El País” en un artículo en el cuál se analizaba la situación y promocionaba una serie de eventos con los que España se disponía a darle visibilidad a la escasa presencia de mujeres en el ámbito de las ciencias duras.
¿Sabían que la república Argentina fue reconocida por la UNESCO en el año 2015, como el país con el mayor número de mujeres activas en la ciencia? De acuerdo a lo publicado en el sitio del CONICET, la química Norma Sbarbati Nudelman, investigadora superior del CONICET en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) dice que Argentina es el país del mundo, dentro de las 108 naciones con las que trabaja la UNESCO, que tiene el mayor porcentaje de mujeres activas en ciencia, es decir, que tienen publicaciones científicas en revistas internacionales de primer nivel, son invitadas a dar conferencias plenarias en congresos internacionales, dirigen grupos de investigación, etc.
En el mismo sitio se informa que según el Instituto de Estadística de la UNESCO, 2012, el porcentaje de mujeres científicas es del 62 por ciento para Argentina, frente al 20 por ciento en Estados Unidos, el 25 en Europa, 4 en Japón. Por otro lado, el Censo de la Unión Europea de 2013 arroja un promedio global mundial de 26 por ciento de mujeres en ciencia. La alta tasa de Argentina hace subir a 46 por ciento el porcentaje global de América Latina, siendo así el mayor del mundo por región.
En este contexto no es sorprendente que – sólo para citar un ejemplo – en el año 2016 Andrea Gamarnik fuera premiada como una de las cinco investigadoras más importantes del mundo. Ella recibió el Premio L’Oréal-Unesco para mujeres en la ciencia por sus investigaciones sobre el virus del dengue. En las entrevistas posteriores al premio Gamarnik, al referirse a su vocación científica, expresó: “Las convenciones nunca me cerraron, ¿por qué no pensar las cosas de otra forma?”. La presencia de la mujer en la ciencia implica pensar las cosas de otra forma y eso es esencial al pensamiento científico.
Para la científica “las mujeres, además de ser tan capaces como los hombres, somos más comunicativas, más maternales, la interacción con los becarios se hace desde otro lugar. Si las mujeres participaran más activamente en cargos de liderazgo, creo que eso fortalecería a la ciencia, y la haría crecer con un componente que ahora no está. La diversidad siempre mejora, enriquece. La ciencia se está perdiendo de las mujeres”
Pero una vez más debemos marcar la necesidad de señalar referentes para que las niñas puedan identificarse, por eso las especialistas recomiendan que en las escuelas no sólo hablemos de Newton, sino que también le demos un lugar a Marie Curie y a tantas otras mujeres que hicieron enormes aportes al conocimiento, pero fueron silenciadas por la historia.